“La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda, potencialmente mortal, transmitida por mosquitos del género Aedes, también vectores de dengue, zika y chikungunya”, informa la cartera a través de un comunicado.
Esta enfermedad “puede causar fiebre, ictericia, hemorragias internas y falla multiorgánica”, señala el MSP.
Según la secretaría de Estado, no existe tratamiento específico, por lo que “la prevención es la principal herramienta de control”.
El ministerio aseguró que hay dos principales métodos de prevención: la vacunación “en zonas de alto riesgo” y la protección contra picaduras de mosquitos, “especialmente en áreas endémicas”.
Un pinchazo
En Uruguay, la vacuna contra la fiebre amarilla no forma parte del esquema de vacunación sistemática, aclara el MSP. “Su uso está restringido a situaciones específicas, particularmente en personas que viajan a zonas de alto riesgo de transmisión del virus, conforme a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, añade.
El inyectable se administra en una sola dosis y da protección de por vida.
Debe aplicarse al menos 10 días antes del viaje.
Por el contrario, las contraindicaciones aplican para niños menores de nueve meses, personas inmunodeprimidas, embarazadas, “salvo indicación médica específica”, y personas, “con antecedentes de reacciones alérgicas graves a componentes de la vacuna”.
Por otro lado, los mayores de 60 años o con condiciones clínicas particulares “deben consultar previamente con un médico especialista en infectología o medicina del viajero para evaluar el riesgo-beneficio de la vacunación”, puntualiza la cartera.
La vacunación se realiza únicamente con agenda previa en centros habilitados. Para agendarse, se debe ingresar al trámite de vacunación contra fiebre amarilla para viajes al exterior. En caso de indicación, la vacuna es gratuita; solo se abona el costo del Certificado Internacional del Viajero, documento exigido por los países que solicitan prueba de vacunación al ingreso.
Fuente - MSP Y Montevideo Portal
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